YO ME DOPARIA.

En estos tiempos en los que ser ciclista profesional es sinónimo de tramposo segun la mayoria de los medios de comunicación, yo me pongo por un momento en el pellejo de un ciclista cualquiera. Veamos la historia.
Ciclista profesional, rondando casi los treinta, recien creada una familia, un currante del pelotón, con algún dia de gloria efímera que nunca saldrá reflejado en los medios, sólo lo saben él y sus compañeros del pelotón, sin apenas estudios, siempre dedicado a la bicicleta, de repente a su equipo incorporan corredores más jóvenes, ya se rumorea que si los "viejos" no se ponen las pilas no habrá renovaciones. Ahí empieza el dilema, que hacer, seguir como siempre o buscar la solución mágica que no va a convertirte en un caballo ganador pero vas a poder seguir "currando" para  mantener a tu familia.
Yo si fuera profesional seguramente optaría por lo último, la persona que me contó esta historia también lo hizo, y siguió varios años mas dando pedales de forma remunerada, pasó controles, pero nunca dió positivo. Termino su carrera de forma  discreta y ahora tiene una situación economica desahogada.
Otra cosa es su conciencia, sabe que ha estado haciendo trampas, pero el escudo de que la bici no era mas que un trabajo y lo que todos toman algo siempre sirve de excusa.
El ciclismo puede ser el reflejo de la sociedad actual, llegar a lo máximo por encima de todo, pero siempre ha habido tramposos y siempre los habrá, no solo en bici, Gurpegui dio positivo en un control antidopaje, fue un clamor popular en Bilbao, actualmente sigue jugando al futbol, Oscar Sevilla (mejor joven del tour) nunca  dió positivo y ha tenido que irse a un equipo Norteamericano donde jamás volvera al tour o la vuelta. Son sólo dos ejemplos, deporte rico y deporte pobre.
En fin no os aburro más, alla cada cual...