La Casa Campo ya la conozco, el circuito de siempre y a dar vueltas por el cerro Garabitas para completar poco más de 60 kms. La de Asturias ya es otra cosa, 106 kms con un primer circuito pequeño al que damos 5 vueltas y hay varios toboganes y luego un circuito de 35 kms con un puerto que parece ser agarra bastante, 4 kms al 8-10%. Ideal, para el equipo y para mí. No es que me haya vuelto un escalador, pero para coger forma hay que hacer carreras duras y esta parece ser que lo es. Para el equipo es perfecto, tenemos buenos escaladores que deberían estar delante dando guerra. Además la Vuelta Cantabria tiene que habernos dejado un puntillo extra de rodaje en las patas, aunque esto no es muy fiable pues vamos a correr muchos de los que lo hicimos el fin de semana.
La semana ha transcurrido según lo previsto, lunes y martes suave, miércoles un recorrido a marcheta con algunos del equipo, no debimos de ir muy despacio pues no hablamos casi nada.
Hoy jueves un par de horas sin excesos y mañana al igual que el martes toca currar, por lo que habrá que itrar de rodillo y periódico.
El sábado nada más salir del curre a toda leche para Asturias, comeré en el coche de camino, y a las cuatro de la tarde y parece ser que con aguita estaremos con el dorsal puesto.
Luego otras tres horas de coche de regreso. Me salen ese día entre 8 y 9 horas de coche. Hay que estar loco, o muy pillado de la droga esta que es la bici, por que encima no voy ser yo el que gane, que ni ganando y pensándolo friamente compensa (un trofeo, un ramo flores si acaso y 10 euros que nos quitan de inscripción). Pero bueno, cada uno tenemos un vicio.
Millones vieron la manzana caerse, pero Newton se preguntó por qué Bernard
Baruch
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