Un lugar habitual de pateo, el cerro del Sierro.
Con Nacho que poco a poco vuelve a ponerse las pilas (¿alcalinas?). No conozco a nadie que se haga mejor las fotos a uno mismo, no se le descuadra ninguna.
Así acabó la cubierta el jueves, una más que cae.
Y aún queda lo mejor de la semana, el sábado pateada larga, 6 horas por la Ruta del Cares, una excursión que tenía en mente desde hace años. Y si dá tiempo una sorpresa más, pero eso ya lo pondré el lunes si al final lo hago.
Buen finde a todos.
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