Se acaba el año 2010.
Por fin.
El año que más percances físicos he tenido. Ya empecé en enero con un golpe en la rodilla que me dejó con un derrame unos cuantos días. Después pillé anemia en junio, en septiembre el escafoides y ahora la clavícula. Por lo que llevo un lote completo. La médico ya me ve aparecer y saca el talonario de los partes de baja, me dice que cambie de deporte, pero lo lleva claro.
La elección está hecha hace tiempo. Es más, bici y competición, no me estimula sólo el montar en plan paseos. A mi lo que me pone es el dorsal, la tensión de las carreras, los rebotes por que se corta uno, la sed, las pájaras, llegar a meta, comentar la carrera con los compañeros, los viajes, ver sitios nuevos, todo eso. Así que si tengo que perderme esas cositas por no romperme un hueso, pues como que paso.
De todas formas, el ciclocross lo voy a borrar de la agenda definitivamente, ya que desde que tengo esa bici salgo a piñazo por salida. Si no la vendo, la pondré un transportin para hacer cicloturismo.
Bueno en cuanto a cosas malas ya no hay más.
Lo bueno del 2010?
Buf, muchas cosas. Sensaciones de volar en muchas carreras, de ir fácil en las cuestas como hacía tiempo que no iba. El equipo funcionando muy bien para ser el primer año, no sólo en las carreras, si no después, por que los ratos que nos hemos pasado por Orense, Valladolid, Segovia, Asturias, etc, han sido de lo mejor.
Luego está LA CARRRERA, la de bomberos, esa que tengo marcada desde la 1ª vez que fuí. Allí el ambiente es tambien muy bueno, todos compañeros de profesión y de fatigas en los puertos. En el 2011 espero llegar fuerte, aún hay tiempo.
Nada más, o sí:
viernes, 31 de diciembre de 2010
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