Salí un poco antes de las 10, solito, con aire y fresquito mañanero, 4ºC. Las patas aún duelen, pero mejor moverlas y que circule la sangre. Hice 1h40´con el pulso muy bajo, sin forzar lo más mínimo, pegaba el aire pero es algo que no me importa mucho. El viento de cara es lo mejor para simular un puerto y con quitar plato y subir piñones se arregla, la velocidad es lo último que miro en el Polar. Creo más importante el tiempo de entrenamiento y el pulso al que voy, el resto es secundario. Si un día salen 34km/h perfecto, pero si salen 27 tampoco me deprimo.
Eso por la mañana, después por la tarde me he dedicado a arreglar pinchazos. Tenía 13 cámaras que podían arreglarse, de las cuales aún he aprovechado 10. A 3 euros por cámara son 30 de ahorro que esta la cosa muy mal...
Mañana seguiré con la mecánica, que tengo que transformar la Orca en una máquina de crono.
"Siempre he creído que si uno se pone a trabajar, los resultados llegarán tarde o temprano. No hago las cosas creyendo a medias. Sé que al hacerlo así sólo puedo esperar resultados mediocres. Por eso me concentro en los entrenamientos tanto como en los juegos. Es una actitud que se puede abrir y cerrar como si fuera un grifo. Sería imposible hacerme el tonto en los entrenamientos y después, al necesitar más empuje en el final de un juego, pretender que el esfuerzo se refleje". MICHAEL JORDAN
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